Peinado perfecto.

Primero que nada debes identificar qué tipo de rostro tienes, esto no puede ser tan difícil, solo toma una diadema y unas bolitas, recógete el cabello y mírate al espejo, esto es muy sencillo, observa las fotografías que te muestro a continuación e identifica cual es el tuyo en base a la forma.

Después de haberlo identificado observa la maravilla que puedes lograr en tu rostro, con el cuidado de tu cabello. (Si te parece más sencillo, pídele a tus amigas que te ayuden a identificarlo o tomate una fotografía con el rostro descubierto totalmente de frente).

Encuentra el peinado que más favorece a tus facciones, ¡es sólo una cuestión de formas y equilibrios.

Rostros ovales y alargados.

Armonioso y proporcionado. Según lo prefieras mantén el largo de tu cabello a la altura de la zona de tu rostro que prefieras resaltar; como pómulos, nariz o labios. Si tienes corta y rizada tu cabellera, es mejor que no la cortes en línea recta.

Rostro con forma ovalado.

Si tienes un rostro oval puedes elegir casi cualquier corte de pelo, ya que con estas perfectas proporciones es difícil que un peinado no te siente. Lo que probablemente mejor te haga lucir son los peinados recogidos que muestran el contorno de tu cara.

No cubras tu rostro con capas o flequillos pesados que oculten los contornos de tu rostro y te hagan parecer más regordeta.

Rostro alargado: elige el cabello corto o de largo medio (a los hombros es ideal), con volumen a los costados, en forma de ondas o capas. Esto le dará mayor amplitud a tu rostro, equilibrando su apariencia alargada.

No te dejes el cabello demasiado largo, ni agregues volumen en la coronilla, ya que harás que tu cara luzca incluso más larga.

Rostros redondos y cuadrados.

Rostro con forma redonda: los peinados con volumen y altura en la coronilla harán tu rostro más alargado y minimizarán su redondez.

Las rayas al costado y el cabello más largo que el mentón te favorecen, evita el volumen en los costados, la raya al medio y el cabello largo hasta el mentón.

Rostro con forma cuadrada: una buena opción es el cabello corto o a los hombros, especialmente con ondas o capas alrededor del rostro que suavizarán sus duras líneas.

Evita el cabello largo, el flequillo recto y la raya al medio que acentúan la forma cuadrada.

Para suavizar la mandíbula intenta contar con cortes asimétricos, escalonados y en capas, también puedes llevarlo corto y despeinado si lo prefieres.

No uses cortes muy rectos o cortinas planas, así como cortes a la nuca, esto podría alterar la linda geometría de tu cara.

Rostros con formas de corazón y triangulares.

Rostro con forma de corazón: te convienen los estilos largos o al mentón, con raya al costado. Un corte de cabello a la altura del mentón dará volumen allí donde lo necesitas, equilibrando tu aspecto.

Evita el cabello corto con mucho volumen en la parte superior de la cabeza, ya que enfatiza la amplitud de tu frente y hacen aparecer tu mentón más fino y alargado.

Rostro con forma triangular: el cabello corto contrarresta una mandíbula prominente. Elige un peinado con volumen a la altura de las sienes y con muchas capas que agreguen volumen a la parte superior de tu rostro.

Si llevas el cabello detrás de las orejas atraerás atención a los ojos y agregarás amplitud a esta área.

Rostro en forma rectangular.

Para ti, un casquete que refleje y llegue a la altura de tu barbilla es perfecto, pues esto le da anchura a tu rostro y por tal motivo se nota menos alargado.

En caso de tener rizos aprovecha el volumen de estos, pero si tu cabello es lacio; es mejor que elijas un corte en capas para darle mayor movimiento.

Rostro en forma de aro.

Utiliza el cabello largo; al menos por debajo de tu barbilla, no te vayas por cortes totalmente rectos, deja un poco de movimiento con mechones a los lados, que alargaran un poco más tu rostro.

Absolutamente no utilices flecos rectos y de preferencia no te agarres el cabello, si es necesario y te sientes más cómoda saca algunos mechones a los costados que tengan movimiento.