Cada uno es responsable de sus actos.

Son muchas las personas que no están satisfechas de si mismas y plantean la necesidad de cambiar. Viven con excesiva dependencia del criterio de los demás, experimentando grandes cambios de humor y se sienten bloqueados ante las circunstancias que no saben afrontar.

Muchos cambiamos nuestra forma de vida, con la familia que tenemos, con el trabajo, con nosotros mismos, el aspecto, la belleza entre otras cosas.

Siempre les preguntamos a los demás como me veo y siempre estamos buscando la opinión y el criterio de los demás, y nunca tenemos una dependencia propia de nuestro propio criterio.

Cada uno es responsable de sus actos. No hay que esperar de la demás aprobaciones o el rechazo, ni sentirse aturdidos ante el vituperio o la alabanza.

Cuando nos referimos a cada uno es responsable de sus actos, es por que siempre queremos vivir de la experiencia de los demás y no de nuestra propia experiencia, siempre tropezamos con la piedra de los demás y no con la nuestra, debemos de crear nuestra propia personalidad y nuestras propias experiencias. Cada humano es diferente y se desarrolla en un entorno social conceptual.

 Un acto fallido, una equivocación o un error no son mas que circunstancias que vendrán a servirnos como puntos de referencias para mejorar nuestro comportamiento. Una buena parte de los problemas que bloquean nuestra vida se encuentran en la mente.

No debemos pensar en que dirán los demás se tu mismo y olvida lo que los demás piensen, marca la diferencia en tu vida y veras la diferencia de vivir tu propias experiencias y tu propia vida.

Ha llegado la hora de que abandonemos el que dirán y entremos dentro de nuestro interior para intentar descubrir la riqueza maravillosa que hemos ido atesorando hasta este momento.

La vida es una experiencia maravillosa si intentamos encontrar el lado bueno y luminoso que lleva siempre consigo.

Para ser tu mismo debes comenzar ya desde ahora a tomar decisiones responsables, asumiendo sin temor las consecuencias de tus actos y procurando confiar en tus posibilidades.

Para ser tu mismo no precisas de renunciar jamás a tus convicciones, aunque te presionen desde el exterior, procurando que haya coherencia entre tus palabras y tus acciones.

Para ser tu mismo no requiere hacerlo bien. Sino aceptar las limitaciones de tu persona, las, inconsistencias de tus sentimientos y la fragilidad de tu cuerpo.

Para ser tu mismo no necesitas buscar fuera de ti razones para vivir, ni estímulos para trabajar.

Cada cual se tasa libremente en alto o bajo precio, y nadie vale sino lo que hace valer.