Inteligencia emocional, clave para ser feliz.

Reconocer los estados de ánimos propios y ajenos y aprender a manejarlos beneficia al ser humano en todas las etapas de su vida.

El desarrollo de la inteligencia emocional repercute en la pareja, la familia y el colegio o el trabajo.

La inteligencia emocional es una capacidad que muchas personas no son conscientes de tener pero cuya existencia ponen de manifiesto las investigaciones y que forma parte del ser humano.

 El desarrollo de la inteligencia emocional genera habilidades internas de autoconocimiento, como la conciencia propia, la motivación y el control emocional; y externas, como la empatía y l destreza social, que engloba aquellas aptitudes relacionadas con la popularidad, el liderazgo y la eficacia interpersonal.

Con el fin de fomentar la autoconciencia, el equilibrio emocional, las relaciones armoniosas y el bienestar psicológico, y para brindar estrategias de defensa positivas ante la tensión y el estrés, los expertos sugieren una serie de comportamientos que refuerzan las habilidades anteriores.

Comunicación con el otro sexo, manejar los celos, controlar la vergüenza, y superar la timidez, son los títulos de algunos manuales emocionales propone para aprender a superar de forma positiva tales situaciones.

Ser emocionalmente inteligente supone una serie de beneficios en aspectos muy diferentes del ser humano que tienen su reflejo en ámbitos tan distintos como el colegio o el trabajo, la familia o la vida de pareja.